Fragmento de yesería policromada perteneciente al Palacio Real de Medina del Campo. Museo de las Ferias.

Ya hemos comentado en otras ocasiones que el edificio actual que alberga hoy en día el Centro de Interpretación de Isabel la Católica es tan solo una mínima parte de lo que en su día fueran las Casas Reales de Medina del Campo en las que vivió la reina Isabel. También sabemos que la corte de los Reyes Católicos, comparada con otras cortes de otros reinos, era muy austera, pero esto no quiere decir que careciera de ciertos lujos teniendo en cuenta la descripción hizo León de Rosmithal (Barón bohemio que realizó un viaje documentado por la Europa del siglo XV) cuando pasó por este palacio definiéndolo como «una casa amplia y labrada con magnificencia y riqueza».

Seguramente el aspecto que presentaba el Palacio Real de Medina del Campo en las fechas en las que este viajero descubrió la Villa de las Ferias se debiera a un reforma arquitectónica y decorativa que había hecho en él Fernando de Antequera, nacido en este palacio, Señor de la villa, rey de Aragón, impulsor de las famosas Ferias de Medina y abuelo de Fernando el Católico.

¿Pero qué es lo que pudo asombrar a este viajero?

Además de la serena y elegante arquitectura mudéjar imperante tanto en la villa de Medina del Campo como en muchas otras villas castellanas de la época, los restos decorativos realizados a base de yeserías y aliceres rescatados de las excavaciones arqueológicas nos dan una idea de cómo pudieron lucir algunas de las principales estancias de este palacio.

Fragmento de yesería policromada perteneciente al Palacio Real de Medina del Campo. Museo de las Ferias.

Fragmento de yesería perteneciente al Palacio Real de Medina del Campo. Museo de las Ferias.

Fragmento de cenefa realizada en yesería policromada perteneciente al Palacio Real de Medina del Campo. Museo de las Ferias.

Y es que la tendencia decorativa en aquella época y en esta zona alberga características muy peculiares, pues nos encontramos en una Castilla con una arquitectura mudéjar, muchas veces austera, pero con una rica decoración de influencia nazarí que, aunque es más habitual encontrar en el sur de la Península, también hay muy buenos ejemplos en estas tierras del Duero. Este tipo de decoración se caracterizaba por ser aislante, limpia, resistente y visualmente muy llamativa, pero lo mejor de todo es que era muy económica. Podemos decir que la clave de su éxito fue la unión de lo estético y lo práctico.

Gracias a las campañas de excavación arqueológica acometidas en algunos solares pertenecientes al antiguo Palacio Real de Medina del Campo, se han conseguido recuperar algunas de las piezas que decoraban zócalos, suelos y techos y así, podernos hacer una idea de lo que se encontró el Barón de Rosmithal al traspasar las puertas de palacio. Entre esos restos recuperados en las excavaciones arqueológicas se ha encontrado tanto yeserías como aliceres.

Frangmento de yesería en la que se identifica parte del escudo de Fernando de Antequera perteneciente al Palacio Real de Medina del Campo. Museo de las Ferias.

La yesería mudéjar es un recurso decorativo en el que los alarifes (maestros o artesanos en albañilería mudéjar) utilizan el yeso para crear decoraciones que luego se policromaban al temple, utilizando moldes o tallando directamente el yeso, que repetían diferentes motivos: vegetales, lacerías de diferentes trazados, algunos de ellos muy complicados e incluso epigrafías. Según los restos rescatados por los arqueólogos y que actualmente se conservan en el Museo de las Ferias de Medina del Campo nos encontramos con una rica y variada decoración que va desde piezas con motivos vegetales, donde se llegan a distinguir hojas de roble y tréboles, restos de cenefas con decoración de lacería ovalada romboidal y curva, restos con decoración de ruedas de diez y dieciséis puntas y otros motivos geométricos, epigráficos y zoomorfos (identificados como conejos, perros o leones). Pero una de las piezas más importantes rescatadas en estas campañas arqueológicas fue un fragmento de yesería en el que aparece representado parte del escudo de Fernando de Antequera (1380-1416) y que ha permitido datar este conjunto de yeserías.

Fragmento de panel alicatado compuesto por aliceres perteneciente al Palacio Real de Medina del Campo. Museo de las Ferias.

Por otro lado están los aliceres, pequeñas piezas de cerámica vidriada y esmaltada, de tamaños diferentes y con distintas formas poligonales, de un solo color (negros, verdes, blancos, melados, etc.) que se iban encajando dando lugar a diferentes composiciones decorativas que ornamentaban zócalos, suelos, jambas o alfices.

En las citadas campañas arqueológicas también se encontraron restos de estos alicatados de entre los que destacan varios fragmentos pertenecientes a un mismo panel compuesto por un motivo central y rodeado por una cenefa con motivos de lacería.

Pero de todo esto tan sólo quedan restos y la labor de arqueólogos, historiadores y viajeros como León de Rosmithal a los que hay que dar las gracias, pues es su trabajo y su testimonio lo que nos ilustra a la hora de imaginarnos cómo era esa “casa amplia” a la que dieron forma los monarcas que pasaron por ella.

Por David García Esteban.

Historiador del Arte, conservador y gestor cultural.

 

BIBLIOGRAFÍA:

Sánchez del Barrio, Antonio, Medina del Campo, la Villa de las Ferias. Salamanca, Ámbito Ed., 1996

Domínguez Casas, Rafael. La Casa Real de Medina del Campo (Valladolid), residencia de los Reyes Católicos. http://www.cervantesvirtual.com/nd/ark:/59851/bmc891m2

Moreda Blanco, Javier (noviembre 2012). Yeserías mudéjares del Palacio Real de Medina del Campo. www.museodelasferias.net

Malo Cerro, Mónica. Azulejería en Castilla y León. De la Edad Media al Modernismo. Universidad de Valladolid. 2001.