El Palacio Real Testamentario

Los restos del antiguo Palacio Real de Medina del Campo (declarado BIC en 2003) albergan en la actualidad el Centro de Interpretación de la Reina Isabel I de Castilla, ya que fue una de sus residencias habituales.  Además, entre sus muros dictó su testamento y codicilio y falleció el 26 de noviembre de 1504.

El Palacio, una casa amplia y labrada con magnificencia y riqueza.

Las primeras referencias históricas que tenemos sobre la existencia de este Palacio Real de Medina del Campo son del siglo XIV, concretamente en un documento referente al rey de Castilla Pedro I (1350-1369) es donde aparece mencionado por primera vez:

«fizo matar en su palacio, en la siesta, a Pero Ruy Villegas… e a Sancho Ruy de Rojas»,

Posteriormente, ya en época de los Trastámara, poseemos múltiples referencias a estancias de los reyes castellanos en este palacio. Desde el siglo XIV Medina fue testigo de bodas reales, de celebración de cortes, de batallas, de ferias en su Plaza Mayor; Medina gozaba de un ambiente muy abierto e internacional.

También acogió importantes acontecimientos de la corona de Aragón como cuando Fernando de Antequera (nacido en este palacio, morador habitual del mismo, Señor de Medina y hermano menor del rey Enrique III de Castilla) se proclamó rey de Aragón; o los nacimientos de Alfonso V de Aragón en 1394 y de Juan II de Navarra y Aragón (padre de Fernando el Católico) en 1397.
Fernando I de Aragón también promovió una importante transformación del palacio dotándolo de una grandiosidad, objeto de mención por León de Rosmital en su libro de viajes de 1465:
“hay una casa amplia y labrada con magnificencia y riqueza, en la que han nacido dos reyes, uno de Aragón y otro de Navarra”

Sala del Testamento

Los Reyes Católicos, quizás sus moradores más relevantes, eligieron el Palacio Real de Medina como una de sus residencias habituales, en él residieron durante largas temporadas y en él dictó testamento y murió la Reina Isabel La Católica el 26 de Noviembre de 1504.

ISABEL EN MEDINA DEL CAMPO

Desde su infancia, Isabel visitaba Medina del Campo a menudo. En dos ocasiones le fue donada esta villa por  sus hermanos: en 1467 por el Infante don Alfonso, su hermano pequeño y un año después por el rey Enrique IV, su hermano mayor.
La corte de los Reyes Católicos fue itinerante, pero Medina y su palacio aparecen como uno de los principales destinos y paradas de los Reyes Católicos coincidiendo con Semana Santa, Navidad o la época estival. Medina siempre se mantuvo fiel a su reina por lo que concedió a la villa por ello exenciones fiscales.
Sin embargo, el acontecimiento por el que va a ser conocido el Palacio Real Testamentario es, sin ninguna duda, el hecho de que fue el lugar elegido por la reina para pasar sus últimos meses de vida, dictar su testamento y codicilo y, finalmente, fallecer el 26 de noviembre de 1504.
El último acontecimiento regio que se vivirá entre sus muros será la proclamación de Juana I como reina de Castilla, en su ausencia, pues se encontraba todavía en Flandes. Tras fallecer Isabel también residió en varias ocasiones Fernando el Católico. La Emperatriz Isabel, esposa de Carlos V, lo habitó en 1552 y, con carácter pasajero, Felipe II a finales del siglo XVI.

CARACTERÍSTICAS DEL TESTAMENTO Y CODICILIO DE LA REINA ISABEL

El 12 de octubre de 1504 Isabel dicta testamento a su notario y escribano Gaspar de Gricio. El 23 de noviembre de ese mismo año modificará y ampliará algunas partes del mismo a través de un codicilo.
El testamento es de tipo cerrado, “testamento in scriptis”.  Es decir, el testador, la Reina, dictó su testamento en privado o en secreto. Una vez terminado se dobló el documento y se cerró con siete cuerdas, quedando los cabos colgando para poner los sellos de los testigos.
El testamento fue escrito en pergamino de cuero en hojas a marca de pliego entero, doblado por la mitad en forma de libro constando de 5 hojas, con 19 caras escritas con letra humanística cortesana y dejando un espacio en blanco en las cubiertas para que los siete testigos convocados firmasen, pusiesen su nombre y sellaran.
La reina Isabel tras meditar sus últimas voluntades añadió y aclaró en el codicilio ciertas cuestiones que complementaron el testamento.
El codicilio tiene la misma forma que el testamento, con dos hojas con 6 caras escritas y decorado con letra capitular de forma vegetal y degradada en su inicio.

UN PALACIO CON DIFERENTES USOS

Tiempo después de la muerte de Isabel la Católica, el conjunto residencial fue utilizado con diferentes usos; edificio comercial (influido por las ferias que se realizaban en la Plaza Mayor), cárcel, dependencias del ayuntamiento, etc. hasta que es declarado Bien de Interés Cultural como sitio histórico por la Junta de Castilla y León el 21 de Mayo de 2003 reconociéndose como el lugar donde mayor tiempo residió la reina Isabel La Católica en el cual testó y murió en 1504.
El 26 de Noviembre de 2003, tras una rehabilitación integral del edificio y una ardua labor de musealización, abre al público el Palacio Real Testamentario de Isabel La Católica como Centro de Interpretación del personaje histórico de la reina Isabel. En él se muestra al visitante una visión global del significado e importancia histórica de la reina Isabel; a través de videos e interactivos se muestran diferentes aspectos de su experiencia vital (su infancia y juventud, su reinado, su religiosidad, etc.), se muestra una réplica del Testamento y Codicilo apoyada en un interactivo que profundiza en sus contenidos y finalmente se recrea el cuadro de Eduardo Rosales “El testamento de Isabel La Católica”. El centro se vio ampliado en 2007 con una sala interactiva que explica los pormenores del tercer viaje que Cristóbal Colón realizó a América ya que este Palacio Real de Medina del Campo fue el lugar donde el almirante organizó con los Reyes Católicos parte de dicho viaje.