¿Sabías que la proclamación de Isabel como Reina de Castilla posiblemente marcó el inicio de su primera crisis conyugal con Fernando? Una situación que estuvo a punto de llevarlos a la separación. ¿Te imaginas cuáles hubieran sido las consecuencias? Este momento complicado en su relación finalizó el 15 de enero de 1475 con la firma de la Concordia de Segovia, que puso fin a la tensión y allanó el camino para el reinado conjunto de Isabel y Fernando, dejando un impacto significativo en la historia. ¿Quién dijo que la Historia no podía tener su dosis de cotilleo? ¡No te lo pierdas!
Isabel y Fernando. Detalle de la fachada de la Universidad de Salamanca.
Viajemos unos años atrás para explicar los acontecimientos, a una época en la que Isabel se enfrentaba a la presión de su hermano Enrique IV, quien le proponía matrimonios bastante cuestionables con el fin de apartarla de la corte de Castilla. Entra en escena Fernando de Aragón que se presentó como una opción prometedora para la joven. Por otro lado, su futuro suegro, Juan II de Aragón, necesitaba desesperadamente el apoyo de la Corona de Castilla para poder hacer frente al ejército francés que apoyaba a Renato de Anjou interesado en ocupar Cataluña. El nombramiento de Isabel como princesa heredera precipitó los acontecimientos y las prisas por comprometer a ambos en un futuro matrimonio que sería beneficioso para la pareja. ¡Vaya lío político y amoroso!
A pesar de la resistencia de Enrique IV, Isabel y Fernando lograron negociar las Capitulaciones de Cervera, que fueron un conjunto de acuerdos matrimoniales que, tras los acuerdos provisionales del 7 de enero de 1469, serían firmados el 5 de marzo entre los representantes de Isabel de Castilla y Fernando de Aragón en Cervera, provincia de Lérida. Estas capitulaciones sentaron las bases para el matrimonio entre Isabel y Fernando, futuros Reyes Católicos, y establecieron las condiciones bajo las cuales se llevaría a cabo esta unión. Cláusulas exigentes y duras para Fernando, que incluían, entre otros aspectos:
- Respeto a los fueros y libertades de las villas y ciudades castellanas.
- Garantía de la libertad eclesiástica.
- Limitación del poder de Fernando para tomar decisiones sin el consentimiento de Isabel.
- Restricción en la concesión de mercedes y nombramientos de cargos, reservados como prerrogativa exclusiva de Isabel.
- Prohibición para Fernando de abandonar Castilla sin el consentimiento de Isabel.
- Establecimiento de que Fernando no podría emprender empresas, hacer guerra o paz sin la voluntad de Isabel.
- Especificación de la dote que recibiría Isabel, que incluía propiedades en los reinos de Aragón, Valencia y Cataluña, así como en el reino de Sicilia.
- Compromiso de la entrega de una cantidad de dinero en efectivo y un collar de balajes como parte de la dote de Isabel.
Sin embargo, la sorpresa no se hizo esperar. A pesar de la dureza de las condiciones, y lo allí firmado, Fernando no anticipó que Isabel buscaría gobernar por sí sola. En el siglo XV, la igualdad de género no era un hecho establecido y seguramente Fernando estaba convencido de que su mujer le relegaría a un segundo lugar, como así sucedía con las reinas en Aragón. ¡Qué ingenuo!
Tras la muerte de Enrique IV, el 11 de diciembre de 1474, la corte se estremece con la autoproclamación de Isabel como reina de Castilla en un momento convulso en el que existían dos bandos (el de Isabel y el de su sobrina e hija de Enrique IV, Juana).
Hay que partir del hecho de que Isabel tenía que jugar muy bien sus bazas para no perder su corona y hacerlo muy rápidamente para mitigar cualquier levantamiento por parte del bando de su sobrina. Además, tenía el apoyo de lo firmado en las Capitulaciones de Cervera donde se quedaba claro el papel de Fernando en el reino. Pero seguramente nunca pensó que ese momento de victoria y orgullo se convertiría en uno de los momentos más tensos y amargos en su vida conyugal.
Pero ¿por qué Fernando se enfada con la actitud de su esposa?
En primer lugar, porque se proclama Reina de Castilla tras la muerte de su hermano Enrique IV sin informarle de los acontecimientos ni pedirle consejo. Se tuvo que enterar por terceros y no por su propia esposa que le informa con varios días de retraso.
Para mayor enfado, los nobles juran lealtad exclusiva a Isabel: Durante el juramento, la lealtad de los nobles se vuelca únicamente hacia Isabel, dejando a Fernando en segundo plano al que nombran como “legítimo esposo”. Esta omisión plantea preguntas sobre la posición de Fernando en la monarquía y sus implicaciones en el poder compartido.
Para rizar el rizo, el desfile encabezado por Gutierre de Cárdenas que delante de Isabel porta la espada de la Justicia. Esta simbólica toma de autoridad judicial por parte de Isabel plantea la pregunta sobre la dinámica de poder en el reino y especialmente le encoleriza que una mujer pueda otorgar justicia y asuma el poder total.
Concordia de Segovia. Fondo del Archivo General de Simancas. 1475
El desencanto de Fernando se cierne sobre la corte, generando murmullos y especulaciones. En este juego de poder y relaciones, la historia de Isabel y Fernando toma un giro inesperado. El futuro de la monarquía parece lleno de intrigas y desafíos.
¿Qué hace Fernando ante tal desplante? La reacción de Fernando no se hizo esperar, y el 2 de enero de 1475 cruzaba las puertas de Segovia para mostrar el desacuerdo y enfado con su esposa. La tensión era palpable, como si se cortara con un cuchillo a cada paso que el caballo le acercaba a Isabel.
Era tal la situación que hizo falta un arbitraje por parte de D. Pedro González de Mendoza y del arzobispo de Toledo D. Alonso Carrillo, por miedo a que se rompiera definitivamente la relación. Los acuerdos del arbitraje se sellaron con la firma de la Concordia de Segovia. Esta nueva disposición, fechada en 1475, surgió como una solución para resolver la crisis matrimonial que se había gestado. La Concordia estableció términos que equilibraron el poder entre Isabel y Fernando, definiendo claramente sus roles en el gobierno de Castilla y sentando las bases para una colaboración más armoniosa. Este episodio no solo fue un ajuste en las relaciones matrimoniales, sino que también fue un reflejo de las transformaciones políticas y sociales que comenzaban a gestarse en aquella época en la España.
¿Te has quedado con ganas de saber más sobre la Concordia? No te preocupes, ¡el año que viene celebraremos el aniversario de los 550 años de la firma de la Concordia de Segovia! Este documento dejó una huella imborrable en la historia de dos reinos. En el 2025, para conmemorar esta ocasión tan especial, publicaremos un artículo monográfico que explora en detalle este documento. ¡No te pierdas la oportunidad de sumergirte en el fascinante pasado que ha dado forma a nuestro presente!
Por Eva María Quevedo
Directora de proyectos y gestora cultural.
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