Durante la famosa quema de Medina del Campo en la revuelta comunera asoma a la historia el nombre de un dirigente comunero que se enfrenta a las tropas imperiales, un caballero que pasado el tiempo su posicionamiento y verdaderos intereses serán puestos muy en duda. Hoy analizamos la figura del medinense Luis de Quintanilla.
Luis de Quintanilla había nacido en la villa de Medina del Campo hacia mediados del siglo XV. Era hijo de Alonso de Quintanilla y de Aldara Ludeña, su padre fue un personaje tremendamente influyente y con poder en el reinado de los Reyes Católicos, llegó a ser contador mayor de los soberanos y ser considerado figura clave en el acercamiento de Cristóbal Colón a la corte castellana. Muerto Alonso, su hijo pretendió seguir los pasos del padre y conseguir puestos importantes en la corona, no obstante a pesar de obtener relevantes cargos nunca llegó ser la destacada figura en la corte que fue Alonso.
Llegando a los acontecimientos más relevantes de su biografía, encontramos a Luis de Quintanilla en el mes de julio de 1520 residiendo en Tordesillas dado que en estas fechas figura como maestresala de la reina Juana. A mediados de mes solicita a la regencia del reino permiso para trasladarse a Medina del Campo, tras la derrota del bando comunero declarará que este traslado repentino se debió a poder servir mejor al rey ante la situación que se estaba comenzando a larvar en su querida villa medinense. Sea como fuere en agosto de 1520 y en medio del suceso de la famosa Quema de Medina Luis de Quintanilla se encontraba en la Villa de las ferias.
Al amanecer del día 21 de agosto Antonio de Fonseca capitaneando las tropas reales llega a Medina del Campo. Las diversas fuentes que nos narran el famoso suceso nos detallan, casi sin excepción, que el encargado de parlamentar con Fonseca fue Luis de Quintanilla, un Luis de Quintanilla que intenta mediar y aplacar las intenciones de las tropas reales y evitar a toda costa un desenlace funesto de los acontecimientos. Según las crónicas de la época en su entrevista con Fonseca Luis le dijo que “por seis o siete bocas de artillería” no pusiese en riesgo a Medina “que siempre la había hecho buena vecindad”. Sin embargo, todos sabemos el desenlace final de los acontecimientos con una villa incendiada y con los vecinos capitaneados por Luis de Quintanilla defendiendo sin tregua la artillería.
Tras el incendio sabemos que las tropas comuneras lideradas por Juan Padilla llegan a Medina del Campo y de aquí se trasladan a Tordesillas para entrevistarse con la reina Juana. Será en esta entrevista cuando Luis de Quintanilla vuelve a aparecer en el relato comunero y es que nuestro personaje se une en Medina del Campo a los lideres de la revuelta y está presente en la reunión con Juana. No debemos olvidar que seguía ostentando el cargo de maestresala de la reina. Permanecerá varios días con Padilla y su gente, le encontramos sustituyendo a los marques de Denia (custodios del encierro de Juana) por su mujer doña Catalina de Figueroa. Circunstancia esta mas que evidente de la confianza que daba a los comuneros la figura del capitán medinense.
Quintanilla vuelve aparecer en nuestra historia en el sitio de Alaejos, la fortaleza de Alaejos pertenecía a Fonseca y las tropas comuneras con la artillería Medinense a las órdenes de Luis de Quintanilla asedian la fortificación. Cabe destacar que no logran tomar Alejos a pesar de contar con los poderos cañones de Medina del Campo, el propio Quintanilla tras el desenlace final de la contienda comunera y para pedir el perdón real alude al sitio de Alejos indicando que si la fortaleza no cayó fue por su intervención haciendo fracasar el asedio por su intencionada mala pericia. Posteriormente Luis de Quintanilla protagonizó otro episodio oscuro y por el cual sus propios compañeros comuneros comienzan a tacharle de traidor y tras el que ya no aparecerá mas engrosando las filas comuneras. Estamos hablando de la caída te Tordesillas a manos reales. En poder comunero desde el verano de 1520, la villa defendida por Luis de Quintanilla de manera precipitada es tomada por las tropas imperiales.
Llegamos así a la batalla definitiva de Villalar en donde nuestro personaje lucha bajo los estandartes del rey Carlos derrotando a los comuneros y liquidando la revuelta en Castilla.
Es importante reseñar que tras estos acontecimientos no obtuvo el perdón real en años. El emperador Carlos y su administración le tacho de comunero y Luis de Quintanilla tuvo que reclamar sin descanso su perdón defendiendo su posicionamiento en el bando real desde el principio, detallando todos los episodios del conflicto que explicamos en este artículo como una suerte de imperial camuflado en las filas enemigas aportando importantes resultados para la causa del emperador como son el ataque comunero fallido a Alaejos y el retorno de Tordesillas a la obediencia real.
En definitiva, un personaje ambiguo, oscuro, calculador o simplemente un hombre que tuvo que sobrevivir en el convulso ambiente político del reino castellano de principios del siglo XVI que fraguó su figura siempre a la sombra de su padre y que no pudo ver en vida el ansiado perdón real ya que este sólo llegó tras su muerte.
Por Felipe López Pérez.
Historiador del Arte y gestor cultural.
Bibliografía:
PÉREZ, Joseph. Los comuneros. Madrid. La esfera de los libros, 2001
LORENZO SANZ, Eufemio (coord.). Historia de Medina del Campo y su historia. Nacimiento y expansión. Diputación de Valladolid, 1986.
DE LA CRUZ, Engel. Comuneros, la revolución de Castilla. Almuzara, 2022