Lo habitual en este #BlogYsabel es que hablemos de historias, arte, leyendas y curiosidades de la época de la reina Isabel I de Castilla. Pero en esta ocasión, nos hemos preguntado qué estilos artísticos pudo disfrutar y conocer la reina Isabel en sus viajes por la Península del siglo XV. Así que a lo largo de varias entregas os iremos presentando algunos de los estilos artísticos de los que la Reina de Castilla descubrió a lo largo de sus interminables viajes.
El románico de Palencia.
Tenemos tan interiorizado el término románico, que con sólo pronunciarlo nuestra cabeza se llena de iglesias, capiteles, Pantocrátor, pinturas murales o claustros fácilmente identificables bajo este término. Pero no siempre fue así. En realidad, esa palabra, románico, aplicada a un tipo concreto de arquitectura, es más actual de lo que podemos pensar, ya que no comenzó a usarse y difundirse hasta el siglo XIX. Es cierto que se utilizaba para referirse a las lenguas derivadas del latín, lenguas romances, pero fue el historiador y arqueólogo francés Charles de Gerville, quien por primera vez lo aplicó a un tipo de arquitectura que estaba fuertemente vinculada con la arquitectura romana.
Este tipo de arte se desarrolló entre los siglos XI y XIII y unificó la forma de expresión artística y religiosa de la Europa del momento. Es obligado resaltar que, aunque las características básicas se cumplían en todos los edificios: arco de medio punto, bóveda de cañón, contrafuertes, escasez de vanos, etc. cada región desarrolló características propias. Este estilo artístico tuvo su origen en Francia e Italia, llegando a España con diferentes variantes y de la mano del Camino de Santiago, la orden de Cluny y el patrocinio y protección de la realeza.
Ese ambiente de reforma y novedad se vivió de una forma que podríamos calificar de “extrema”, en Castilla, en concreto en la provincia de Palencia.
Es imposible abarcar en este artículo todos los ejemplos de edificios románico que se conservan en la provincia, pero partiendo de la localidad de Aguilar de Campoo, destacamos algunos de los más bellos que se han conservado.
Santa María la Real
Aguilar de Campoo es el centro del románico palentino con su edificio emblemático, el monasterio de Santa María la Real. Este centro monástico fue una fuente de inspiración e influencia para otras construcciones de la zona. Las primeras noticias documentales datan el edificio en el año 1020, sufriendo modificaciones posteriores, en los siglos XVII y XVIII.
El claustro, espacio central del monasterio, articula el resto de estancias principales como iglesia, cilla, Sala capitular y refectorio. En el claustro podemos disfrutar de bellos capiteles con decoración vegetal o grifos, aunque los mejores ejemplos fueron llevados en el siglo XIX al Museo Arqueológico Nacional de Madrid, donde continúan expuestos al público.
La iglesia es un templo de tres naves que en origen tuvo triple cabecera de ábsides semicirculares, siguiendo el modelo románico, más tarde sustituidos por dos absidiolos cuadrados y capilla central gótica. Una inscripción, hoy en la sacristía, nos dice que el templo fue consagrado por el obispo Mauricio de Burgos en el año 1222.
Ermita de Santa Cecilia
Muy cerca de Aguilar, en lo alto de Vallespinoso de Aguilar, se encuentra la ermita de Santa Cecilia. Surgió como iglesia parroquial pero ante la construcción de un nuevo templo más accesible, pasó a tener la condición de ermita. Destaca la portada con arco apuntado y seis arquivoltas. El friso, muy decorado, presenta escenas como un enfrentamiento de centauros o la reprobación del pecado de avaricia. Uno de los ventanales también cuenta con un bello capitel en el que se observan dos grifos afrontados y dos arpías masculinas tocadas con gorro frigio.
Iglesia de San Juan Bautista
La iglesia de San Juan Bautista en la localidad de Moarves de Ojeda, es uno de los ejemplos más admirables del románico palentino. La portada, que destaca en todo el conjunto, cuenta con cinco arquivoltas, algunas ellas con ajedrezado y hojas de acanto. El fabuloso friso representa a los apóstoles con Cristo en Majestad en mandorla en el centro, flanqueada por los cuatro evangelistas.
Iglesia rupestre de los Santos Justo y Pastor
En Olleros de Pisuerga está ubicada la iglesia de los Santos Justo y Pastor. El hecho de ser un templo rupestre hace de esta iglesia una de las más singulares del románico de la zona. Posiblemente su origen se encuentre en eremitorios excavados en la roca de los que dan ejemplo oquedades existentes en la zona.
Monasterio de San Andrés de Arroyo
Este monasterio cisterciense fue fundado en la localidad de Santibáñez de Ecla a finales del siglo XII. Su fundadora, doña Mencía, también abadesa, pertenecía a la poderosa familia de los Lara y estaba emparentada con la realeza. Prueba de su posición social es que el rey Alfonso VIII dotó generosamente su fundación.
El claustro es uno de los más bellos del románico español y en él se pueden admirar obras de una gran perfección como la celosía de la fuente o los capiteles vegetales. Desde él se accede a la Sala capitular que conserva el sepulcro de doña Mencía y la imagen del titular, San Andrés.
Esta ha sido solamente una pequeña muestra de todo lo que afortunadamente podemos disfrutar todavía hoy. Animo a acercarse a descubrirlo y a sorprenderse al encontrar esos escondidos tesoros que llevan siglos asombrándonos.
Por Loreto Sacristán Guijar.
Historiadora del Arte y Gestora Cultural.
BIBLIOGRAFÍA:
NUÑO GONZÁLEZ, Jaime. Palencia. “Románico imprescindible”. (2019). Fundación Santa María la Real del Patrimonio Histórico.
