
Doña María de Aragón, reina consorte de Castilla tras su matrimonio en Medina del Campo con Juan II de Castilla. Imagen extraída del Libro de genealogía de los reyes de España de Alfonso de Cartagena, siglo XV.
Tras la llegada de los Trastámara al trono de Castilla la nueva dinastía fue paulatinamente asentándose con mas asiduidad en las Casas Reales de la Plaza Mayor de Medina del Campo, nacimiento de reyes e infantes, recibimiento de embajadas, convocatoria de cortes y hasta bodas reales, la del Rey Juan II de Castilla y su prima María de Aragón.
Hoy nuestra historia comienza en tiempos del rey de Castilla Juan I (segundo rey Trastámara), este rey se había casado con Leonor de Aragón, hermana del rey Aragonés Martín I el Humano. El rey Juan y su esposa Leonor tuvieron dos hijos: Enrique y Fernando, este último nacido precisamente en el Palacio de Medina del Campo durante una de las estancias de los soberanos en la Villa. A la muerte de Juan I es coronado Enrique como nuevo rey en Castilla y comenzará a reinar con el nombre de Enrique III. Por su parte su hermano Fernando y su esposa Leonor Urraca residen en Medina del Campo y a principios del siglo XV fundarán las famosa ferias de la villa.
El rey Enrique, llamado popularmente el Doliente, era un joven enfermizo y de maltrecha y delicada salud así, con tan solo 27 años muere. Enrique tenía dos hijas y un hijo, este niño de nombre Juan contaba sólo con dos años de edad cuando su padre fallece por tanto la regencia del reino recae en manos de la madre del niño (la reina Catalina) y su tío (el infante de Castilla don Fernando). Fernando, conocido como Fernando de Antequera durante su regencia acaparó dignidades, títulos y mercedes para sus siete hijos consiguiendo para ellos grandes propiedades en Castilla.
Así las cosas, en el vecino reino de Aragón se produce una crisis sucesoria de enorme calado, el rey aragonés Martín I muere sin dejar descendencia. El infante y regente de Castilla don Fernando reclama entonces el trono de Aragón en tanto en cuanto es sobrino del difunto rey. Tras el compromiso de Caspe es proclamado soberano y ahora convertido en Fernando I de Aragón marcha al reino vecino acompañado de su esposa y sus hijos, a partir de aquí estos serán conocidos popularmente como los infantes de Aragón. Y pronto comienzan a surgir los problemas, estos infantes siguen poseyendo un sinfín de títulos y prebendas en Castilla y en seguida surgen conflictos de intereses con Castilla, además el rey de Castilla Juan II aún es menor de edad y la regencia sigue en manos de su tío, el ahora rey Aragonés. Fernando I de Aragón muere en 1416 dejando el reino de Aragón en manos de su hijo mayor Alfonso y la regencia de Castilla en poder de su segundo hijo Juan (futuro Juan II de Aragón).

Juan II de Castilla con su familia, aparecen representadas sus dos esposas y sus cinco hijos además de fray Vicente Ferrer. Extraído de la Crónica de Juan II, siglo XV.
Será en este marco histórico en el que llegamos al objeto de este artículo: los desposorios en el Palacio Real. El pequeño Juan II de Castilla había crecido y tras las regencias de su madre, su tío y finalmente su primo se vislumbraba la mayoría de edad del rey y con ello el comienzo del gobierno efectivo de Juan II en Castilla. No obstante sus primos aragoneses (los infantes de Aragón) no tenían previsto dejar de medrar, influir y seguir teniendo el control sobre el reino castellano y para esto nada mejor que un matrimonio. María, hermana de los infantes de Aragón se casaría con Juan II de Castilla y el enlace se celebraría en Medina del Campo.
Tenemos constancia de las celebraciones matrimoniales a través de la Crónica de Juan II, en ella se habla de la presencia en Medina para la boda de la reina viuda Leonor Urraca (madre de la novia) y de Juan II de Aragón (hermano de la novia). Aquel 20 de Octubre de 1418 la ceremonia de carácter más privado se celebró, más que previsiblemente, en la capilla palatina que poseía el Palacio Real mientras que los festejos públicos se celebraron con toda la suntuosidad y la pompa que la ocasión requería en la gran plaza mayor medinense, tal y como narran las crónicas se hicieron muchas fiestas de justas é toros é juegos de cañas. Según Antonio Sánchez del Barrio en su libro La Plaza Mayor de Medina del Campo esta es la primera mención documentada de una fiesta de toros en esta plaza.
Constituye esta celebración una prueba mas de la importante relevancia del Palacio Real en la historia de Castilla y una señal más que evidente de la predilección y apego de la casa Trastámara (ahora también aragonesa) por la villa de Medina del Campo. No obstante, no podemos dejar de mencionar que este feliz enlace no surtió el efecto deseado, los encontronazos de Juan II de Castilla con sus primos los Infantes de Aragón no cesaron y la hermana de los infantes, la ahora flamante reina de Castilla María no supo o no pudo hacer de puente y en medio de las confrontaciones entre las dos ramas Trastámara, María acabaría tomando partido por sus hermanos en detrimento de su esposo. Para la historia el matrimonio dejaría, eso sí, un heredero al trono de Castilla: el futuro Enrique IV.

Vista de la Plaza Mayor de Medina del Campo en la actualidad.
Por Felipe López Pérez
Historiador del Arte y gestor cultural.
Bibliografía:
VALDEÓN BARUQUE, Julio. Los Trastámaras, el triunfo de una dinastía bastarda. Temas de hoy, 2001.
MORALEJA PINILLA, Gerardo. Historia de Medina del Campo. Editorial Manuel Fernández Mateo, 1971.
DOMÍNGUEZ CASAS, Rafael. La Casa Real de Medina del Campo (Valladolid), residencia de los Reyes Católicos. Boletín de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Num. 78. 1994
SÁNCHEZ DEL BARRIO, Antonio. La Plaza Mayor de Medina del Campo. Fundación Museo de las Ferias, 2011.