Estos días miles de museos en todo el mundo estamos celebrando el Día Internacional de los Museos. Para ello, el ICOM propone que este 2020 las actividades organizadas sigan el tema “Museos por la igualdad: diversidad e inclusión”. A raíz de este tema tan de actualidad en la sociedad del siglo XXI, hemos pensado que podría ser interesante extrapolarlo al siglo XV y, a falta de museos como tal, llevarlo al mundo de las colecciones arte y centrarlo en la reina Isabel en particular.

Buceando en diferentes escritos y fuentes primarias nos encontramos con una reina Isabel coleccionista y mecenas, con un gusto estético muy definido y con una gran colección que toca gran parte de las manifestaciones artísticas, de temática principalmente religiosa, aunque con ciertas excepciones. Incluso hay quienes se han aventurado a llamar estilo isabelino o estilo Reyes Católicos al conjunto de manifestaciones artísticas surgidas durante el reinado de estos monarcas.

Pero… ¿cómo ha surgido todo esto?

La reina Isabel, aunque más tarde de lo habitual, adquirió una educación y nivel cultural acorde a su rango y posición social en muy poco tiempo. Algo en lo que también invertiría para con sus hijos, diferentes miembros de su corte (sobre todo mujeres) e incluso religiosas ajenas a la misma. El humanismo comenzaba a llegar a Castilla y la reina no dudó en seguir algunas de sus doctrinas.

A pesar de su educación, su puesto como gobernante de un próspero reino y su gran labor como promotora artística, el cambio que experimentaron las artes en la época de los Reyes Católicos seguramente se debe a condiciones más generales como la situación política y económica del momento y los cambios que se estaban viviendo en el arte, la cultura y la sociedad, que dieron como resultado un arte muy concreto “que ha sobrevivido a los soberanos a quienes ha servido” (Émile Bertaux).

Las colecciones de la Reina

Gran parte de los encargos y obras de arte que pertenecieron a la reina Isabel I de Castilla se han encontrado contabilizados en libros de registro y contratos de la época, pero sobre todo en su testamento. Gracias a todo ello sabemos que fue una mujer que poseyó una amplia colección de arte configurada por piezas heredadas, regaladas y, por supuesto, adquiridas o encargadas por ella misma. Una colección que aúna arquitectura, pintura y escultura, pero también compuesta por piezas de orfebrería, numerosos tapices, una amplísima y rica biblioteca, música y algún que otro objeto raro, tal y como era habitual en la época. Pero vayamos por partes…

Arquitectura

Monasterio de San Juan de los Reyes. Clasutro con iglesia al fondo. Foto: Toledo Monumental.

Quizás las obras de arquitectura encargadas y patrocinadas por la Reina sea su más conocida inclusión en el arte. La podríamos resumir en una mixtura de elementos del gótico final, inicio del Renacimiento, influencia flamenca y mudéjar y fines propagandísticos, con muy buen resultado y de la mano de grandes arquitectos como Simón de Colonia, Gil de Siloé, Enrique Egas o Juan Guas, entre otros, que realizaron diferentes encargos para la reina Isabel, alguno de ellos con contratos alargados en el tiempo.

Y como resultado han llegado hasta nuestros días grandes intervenciones en edificios ya existentes y creación nuevas edificaciones que pasarán a la historia como iconos de aquella época. Como ejemplo tenemos el toledano convento de San Juan de los Reyes o la fundación del actual monasterio de San Jerónimo el Real de Madrid.

Pintura

Aparición de María, atribuida por algunos historiadores a Juan de Flandes. Se encuentra actualmente en el Museo Metropolitano de nueva York. Copia de la tabla derecha del Tríptico de Miraflores de Rogier van der Weyden. Foto: Museo Metropolitano de Nueva York.

Numerosas son las obras pictóricas que formaron parte de la colección de la reina Isabel según los registros que existen entre encargos, envíos, donaciones y ventas como la de la almoneda de toro en 1505. En cuanto al número de obras los historiadores no se ponen de acuerdo y varía mucho, ya que puede ir desde las 225 obras a las 400, lo que parece ser que sí que se ponen de acuerdo es en concretizar que fue la mejor colección de pintura de la Europa del siglo XV, después de la de los Médici. Gran parte de estas obras eran de carácter devocional y formaron parte de la donación que hizo la reina en su testamento para la Capilla Real de Granada, pero también hubo algunas de temática profana, como retratos familiares, vistas de ciudades, paisajes, etc.

Su colección pictórica albergaba obras de Rogier van der Weyden, Dieric Bouts, Bartolomé Bermejo, Pedro Berruguete, Francisco Chacón, Antonio Inglés y por supuesto Michael Sittow y Juan de Flandes, además de alguna obra de Boticelli. Éste último llama la atención por ser artista del renacimiento italiano, algo que se sale por completo de la línea estética flamenca a la que era asidua la Reina.

Gran parte de estas obras eran de gran calidad artística, aunque se cuela alguna obra menor, a lo que los historiadores achacan al su alto grado de devoción. Incluso mandó hacer copias de obras que admiraba como el Tríptico de Miraflores de Rogier van der Weyden, probablemente copiado por el mismísimo Juan de Flandes

Tapices

Tapiz de la Misa de San Gregorio. Foto: Fábrica de Tapices de Madrid.

«Por curiosidad he practicado un recuento y resulta que [Doña Isabel] llegó a poseer más de trescientos se-tenta tapices…»

Conde Viudo de Valencia de Don Juan

SÁNCHEZ CANTÓN, F. J.

Libros, tapices y cuadros que coleccionó Isabel la Católica.

Ya había habido coleccionistas de tapices anteriores a Isabel, pero la colección que llegó a poseer la reina y los encargos para regalar que hizo distan mucho de la mayoría de colecciones anteriores. El tapiz no sólo era un elemento decorativo, si no que a él se unía su carácter funcional, ya que aislaba de la humedad y guardaba el calor de las estancias, además de su fácil transporte (algo muy importante en una corte itinerante). Era un elemento muy costoso, por el material (muchas veces se utilizaba hilo de oro) y por su elevado coste de fabricación ya que eran necesarios pintores para el dibujo en cartón, además de tapiceros y tejedores. Por todo esto, el tapiz se convirtió en un artículo de lujo que enseguida se utilizó como elemento propagandístico de estatus social.

La temática y el gusto estético de estos tapices siguen la línea de lo apuntado en cuanto a la pintura, gran parte de temática religiosa (pero también aparecen documentados tapices de temática mitológica) y de estética flamenca.

Desgraciadamente, de los más de 300 tapices que llegó a tener su colección, han llegado muy pocos a nuestros días y parece ser que tan sólo tres de ellos se conservan en España.

Orfebrería

Destalle del joyel que luce la reina Isabel I de Castilla en la tabla La Virgen de los Reyes Católicos (hacia 1497). Reproducción que se encunetra en el Palacio Real Testamentario del original conservado en el Museo del Prado.

Joyas y joyeles, relicarios, vajillas, elementos devocionales, botes para perfumes, incluso elementos de caza, todos ellos ricamente labrados en oro y plata. Al igual que el resto de su colección, algunas de estas piezas fueron heredadas y otras adquiridas por ella misma o a través de regalos. Muy importantes y de gran signo de prestigio eran los relicarios, de los que la reina llegó a poseer un gran número de ellos. También se ha hablado mucho de su desaparecida colección de joyas y de las características cambiantes de éstas, ya que en muchas ocasiones parece ser que las piedras preciosas se utilizaban para ser engarzadas en nuevas joyas o joyeles. Muchas de las descripciones de estas joyas las tenemos gracias al gusto de los retratos de la época en las que los retratados aparecían con ellas.

Su biblioteca

Sólo con el dato de que según los libros de cuentas la reina Isabel contó con más miniaturistas a su servicio que pintores, nos podemos hacer a la idea de lo importante que fue para ella su colección bibliográfica, muy variada y repartida en sus diferentes residencias. Las Sagradas Escrituras, libros de Horas, misales, libros de caballería, naturaleza, ajedrez, antigüedad clásica, caza… así hasta cerca de 800 volúmenes, algunos de ellos ricamente iluminados. Fueron los libros unos de los objetos que más utilizaron para obsequiar a la reina, como por ejemplo el espectacular Breviario que Francisco de Rojas (embajador en Flandes entre 1493 y 1496) encargó como regalo a la reina con motivo del doble enlace matrimonial de sus hijos Juan y Juana con Margarita y Felipe, los hijos de Maximiliano de Austria.

Después de estas breves notas sobre la amplísima colección de la reina Isabel I de Castilla, podemos concluir que su inclusión en el arte y las colecciones fue muy importante en su época, tuvo un gusto estético muy concreto, sucumbiendo al encanto del gótico final con gran influencia del norte de Europa, que se preocupó por todas las manifestaciones artísticas, que utilizó el arte con fines propagandísticos sin descuidar lo estético, pero que también se reservó una parte de estas piezas para su lado más privado y personal. Con todo ello, sus colecciones nos dejan ver la radiografía de una mujer de siglo XV, reina, culta, devota y humanista.

Por David García Esteban.

Historiador del Arte, conservador y gestor cultural.

BIBLIOGRAFÍA:

DOMINGUEZ CASAS, R. Arte y etiqueta de los Reyes Católicos. Artistas, residencias, jardines y bosques. Alpuerto. Madrid. 1993.

THIEULIN-PARDO, H. Mecenazgos y patronatos femeninos en la península ibérica medieval (siglos XIV y XV). E-Spania. 2016.

SÁNCHEZ CANTÓN, F. J. Libros, tapices y cuadros que coleccionó Isabel la Católica. Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Madrid. 1950.

VALDEÓN BARUQUE, J. Arte y cultura en la época de Isabel la Católica. Ámbito Ediciones, Universidad de Valladolid, Instituto Universitario de Historia de Simancas. 2002.

YARZA LUACES, J. Isabel la Católica: Promotora Artística. Edilesa.León. 2008.

ZALAMA RODRIGUEZ, M.A. La infructuosa venta en Almoneda de las pinturas de Isabel La Católica”. Universidad de Valladolid. 2008.

This site is registered on wpml.org as a development site. Switch to a production site key to remove this banner.