Imagen extraída del artículo «Los Reyes Católicos: entre el amor y la política». Historia National Geographic. 2012.

De nuevo nos adentramos en los entresijos de la Guerra de Granada. Hoy lo hacemos acercándonos a las labores de los soberanos en torno a la contienda. Si atendemos a la geopolítica de la época, la empresa de la guerra granadina no se antojaba nada fácil sobre la correlación de fuerzas en el Mediterráneo de fines del siglo XV. El poderoso Imperio Otomano, susceptible aliado de Granada, se encontraba en plena expansión. En 1453 había tomado la ciudad de Constantinopla causando auténtica consternación en la Europa cristiana, no cesando en su afán conquistador sus dominios se expandían por los Balcanes llegando a ocupar el puerto italiano de Otranto en 1480. Una hipotética alianza con Granada hubiera resultado fatal para los intereses de Isabel y Fernando, por fortuna para los soberanos católicos nunca cristalizó, como tampoco lo hicieron otras hipotéticas alianzas con otros reinos musulmanes como pudieran haber resultado con los sultanes de Egipto, Tremecén o Fez.

De tal modo el cuadro que hoy nos ocupa representa a los monarcas recibiendo a los embajadores del rey de Fez. Isabel y Fernando aceptan de buen grado todos sus obsequios como muestra de amistad a fin de evitar una alianza con los granadinos. Reseñar que los personajes aparecen ataviados con ropajes propios del siglo XVIII y enmarcados en una arquitectura clásica impropia de la Castilla coetánea de los Reyes Católicos. No obstante, la escena resultante está dotada de gran movimiento, acertado colorido y ágil composición.