Reposición de Colón. Francisco Jover y Casanova. 1881, Museo de Bellas Artes Gravina, MUBAG (Alicante). ©Museo Nacional del Prado.
La aventura colombina se convirtió en una temática recurrente a lo largo de la historia del arte española muy especialmente en los años del romanticismo e historicismo. Aunque en gran parte de los casos los artistas eligieron una temática más triunfalista de la epopeya, hoy nos detenemos en una quizá menos conocida.
En el contexto del tercer viaje a tierras americanas y tras pisar por primera vez tierra firme en la actual Venezuela, el almirante decide poner rumbo de regreso a Castilla no sin antes visitar La Española. Allí había dejado Colón a su hermano Bartolomé al mando de la administración de la isla, lo que se encuentra entonces es una autentica insurrección de los españoles contra su gobierno. Tanto es así que la cuestión llega a oídos de los Reyes Católicos, que envían a la isla a un juez encargado de poner orden. Este juez acabará deteniendo al almirante y enviándole preso a Castilla.
Tras todo esto Colón llega a España, es restituido en parte de sus prebendas por la reina Isabel y es precisamente este acontecimiento el que narra el cuadro que hoy presentamos. En el marco de una arquitectura árabe y decorada la estancia con un rico tapiz, los soberanos reciben al almirante. Los reyes se han levantado de sus tronos que aparecen vacíos para recibir a Colón. Cristóbal Colón se arrodilla ante Isabel y ésta, sujetándole las manos, parece indicar al navegante que se levante escenificando el perdón real ante la atenta mirada de Fernando. La escena aparece resuelta con una acertada composición y una enorme precisión en el dibujo constituyendo una clara y representativa muestra de la pintura académica historicista del momento.
