Infanta Isabel de Trastámara. Convento de las Huelgas Reales de Burgos. Anónimo. XVI.
Pues seguramente que no. Vamos a analizar lo ocurrido. Isabel queda viuda al fallecer su joven esposo Alfonso, infante de Portugal, a consecuencia de un accidente de caballo. Para mostrar su dolor se viste con jerga, un espeso velo, adopta el hábito de las hermanas clarisas e informa a sus padres que quiere entrar en un convento. Sin embargo, sus padres tienen otros planes. Quieren que vuelva a contraer matrimonio nada menos que con Manuel que pasará a ser en el príncipe heredero de Portugal.
Tras el nuevo matrimonio Isabel se convierte, por segunda vez, tanto en princesa consorte de Portugal con su boda con Manuel como princesa de Asturias y Gerona tras la muerte de su hermano. Como consecuencia directa, el hijo de ambos heredaría toda la península Ibérica por lo que nuestra historia, sin duda, habría cambiado abismalmente. Sin embargo, Isabel fallece a las pocas horas de dar a luz a su hijo Miguel y, lamentablemente, Miguel fallece al poco tiempo convirtiéndose Juana en princesa heredera.
Si Isabel hubiese entrado en el convento seguramente habría renunciado a la corona tras la muerte de su madre y Juana hubiera heredado de igual forma los reinos de sus padres. Es decir, el resultado hubiera sido el mismo.
Los que no hubiesen opinado lo mismo son los judíos afincados en Portugal pues, para evitar su boda Isabel puso como condición que Manuel decretase la conversión o expulsión de los judíos pensando que Manuel se negaría y el compromiso sería anulado, hecho que no ocurrió y a Isabel no le quedó más remedio que aceptar el enlace.
