Nueve meses de invierno y tres de infierno reza el refranero castellano. Pero, ¿cómo serían esos meses de invierno en este Palacio?

Casi no nos atrevemos a pensarlo. Estancias frías, corrientes heladoras y ropa nunca suficiente. Pero no siempre. Los aposentos de la Reina no sufrirían estas inclemencias y de ello se ocupaban las chimeneas, tapices y alfombras que aislaban del frío y decoraban las estancias. Aunque estos elementos textiles eran indispensables para aislar muros y suelos del inclemente invierno, generalmente en el suelo se colocaban esteras vegetales debido al alto precio de las alfombras.

Lorezo Lotto. “Marido y mujer”. 1523. Museo del Hermitage. San Petesburgo.

En la época de la reina Isabel la alfombra era un lujo tremendamente caro al que muy pocos tenían acceso. Las primeras alfombras orientales que llegaron a Europa eran artículos muy valiosos que no se colocaban en el suelo sino encima del mobiliario como elemento decorativo. Mesas y arcones eran decorados con piezas de gran valor que daban una idea del estatus económico de quien las poseía. Hay muchos testimonios documentales que dan fe de ello pero podemos también admirarlas gracias a pintores que las introdujeron en sus representaciones como un elemento decorativo más, pero tratado con tanta minuciosidad y detallismo que permite ser una fuente de estudio muy valiosa.

En el siglo XVI podríamos encontrar estancias decoradas con alfombras denominadas  de “tipo Holbein”. Reciben este nombre  gracias al famoso pintor alemán Hans Holbein quien reprodujo en sus cuadros alfombras con un patrón similar. La característica que

Frans Holbein el Joven. “Los embajadores”. 1533. National Gallery. Londres.

las identifica es la subdivisión del fondo en una o varias hileras de cuadros o rectángulos formados por el cruzamiento de varias bandas que se cortan perpendicularmente.

Generalmente al hablar de alfombras pensamos en alfombras orientales y es cierto que las alfombras “Holbein” reproducen modelos orientales pero muchas de las alfombras usadas en la Península eran manufacturadas en España. Los talleres de Alcaraz en Albacete llegaron a ser los más conocidos y prestigiosos. Además hay que tener en cuenta que España disfrutó pronto del uso de la alfombra oriental debido a la presencia musulmana en la Península. Estos factores confluyeron haciendo de las alfombras españolas un elemento apreciado y deseado en toda Europa.

TÉCNICA

La técnica de trabajo de la alfombra oriental es el trabajo de nudos, apropiada para garantizar la consistencia y la duración del tejido.

“La Anunciación”. Pedro Berruguete. Hacia 1495. Museo parroquial de Santa María. Becerril de Campos. Palencia.

La alfombra de nudos se hace alternando a lo largo de la urdimbre (conjunto de hilos verticales sujetos al telar) una o varias series de tramas (hilos horizontales). Los hilos de la trama suelen ser de lana hasta el siglo XVI. En cuanto a la ejecución se comienza por el orillo, un trozo de tejido sin nudos dejando a veces los hilos de la urdimbre libres unos centímetros antes del comenzar el orillo, obteniéndose así los flecos. Después de varias pasadas de trama se inicia el anudado y posteriormente se golpea la trama con un peine o un instrumento similar para dar una consistencia uniforme a la alfombra. Finalmente se realiza el afeitado que consiste en igualar la pieza mediante el afeitado con tijera. La longitud del pelo de una alfombra oriental varía entre 4 y 12 mm.

“El Geógrafo”. Johannes Vermeer. 1668-1669. Instituto Städel. Fráncfort del Meno.

En cuanto a los tintes de la lana se utilizaron solamente colores naturales de origen vegetal, animal o mineral hasta el siglo XIX cuando Persia empezó a importar de Europa colores de anilina debido a su bajo coste.

Si bien es cierto que esteras, alfombras,  tapices y chimeneas harían más agradable la vida en los palacios de la época, ¿nos atreveríamos a pasar una temporada en el Palacio de la Reina en pleno invierno?

Por Loreto Sacristán Guijar.

Historiadora del Arte y gestora cultural.

BIBLIOGRAFÍA

  • AL-ANDALUS: REVISTA DE LAS ESCUELAS DE ESTUDIOS ÁRABES DE MADRID Y GRANADA. “Crónica arqueológica de la España musulmana. Vol. 8, Nº 2, 1946
  • CORRADO MALTESE (Coordinador). “Las técnicas artísticas”. Ediciones Cátedra. Madrid, 1990
  • http://www.mecd.gob.es/mnartesdecorativas
  • SOCIEDAD ESPAÑOLA DE AMIGOS DEL ARTE. “Exposición de alfombras antiguas españolas. Catálogo General ilustrado por José Ferrandis Torres. Madrid. Mayo-junio, 1933
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